Tratamiento ORTO-K

La Ortoqueratología es un tratamiento, reversible y seguro que consiste en la adaptación de una lente de contacto especial que genera un efecto moldeador en nuestra córnea mientras dormimos y al quitar la lente por la mañana se puede ver bien durante todo el día sin necesidad de tener que usar gafas o lentes de contacto. También se utiliza para evitar el aumento de dioptrías en miopías que evolucionan. Actualmente es un tratamiento que se utiliza para frenar la miopía.

¿Es rápido su efecto? La graduación empieza a disminuir desde la primera noche y sigue haciéndolo de forma progresiva hasta que podemos ver perfectamente sin necesidad de utilizar gafas ni lentes de contacto durante el día. El tiempo varía de un usuario a otro y depende de la cantidad de dioptrías a tratar. Si en el proceso inicial la visión no es buena durante el día el optometrista puede indicar el uso de unas lentes de contacto durante el día hasta que el efecto sea completo. ¿Para quién está indicada la Ortoqueratología? Realmente no existe un límite de edad, aunque se suele realizar a partir de los 5 ó 6 años. En los niños y adolescentes, se utiliza para frenar o ralentizar el crecimiento de la miopía, por lo que es importante empezar a utilizarlas lo antes posible, para que la miopía final sea la menor posible. Se adaptan muy bien al uso de estas lentes y les aporta una gran libertad en sus juegos, y actividades deportivas. En los adultos, la utilizamos para pacientes que por su trabajo, comodidad o estética no quieran o no puedan utilizar gafas o lentes de contacto durante el día. ¿Cuántas dioptrías se pueden eliminar con la ortoqueratología? En el caso de la miopía lo más habitual es tratar hasta miopías de 6 dioptrías, aunque en determinados casos se puede llegar a graduaciones mayores. En hipermetropías también varía en función de las características del paciente, y se tratan hasta 4 dioptrías. En astigmatismos se pueden utilizar también hasta 3-4 dioptrías. Pero estos son valores aproximados, dependiendo del paciente en algunos casos serán inferiores y en otros se podrá alcanzar valores un poco más altos. Es necesario realizar primero un estudio personalizado del paciente para ver si la adaptación es viable y el paciente reúne los requisitos necesarios, sólo entonces se inicia el proceso de adaptación.